lunes, 9 de julio de 2007

Jo Alves

Espigado y de piernas muy largas, el joven Jo nunca pareció un futbolista brasileño. Su envergadura (1,89), lejos de la del prototipo base que presentan los delanteros de su país, parecía más típica de un potente ariete africano o de uno de los ' Globetrotters ' (sobre todo cuando se dejó el pelo largo).

Con todas las pegas que se encontró debido a estas extrañas medidas, Jo se fue haciendo hueco en las categorías inferiores del Corinthians, su único equipo en Brasil. Allí, debutando con sólo 16 años (el jugador más joven en hacerlo en las filas del cuadro ‘Timao’), su fútbol era eminentemente rápido y de grandes prestaciones atléticas, un fin común que supo explotar durante años a un nivel medio, ya que alternaba buenos choques, con citas en las gradas. En esos años logró dos campeonatos Paulistas, una Copa de Brasil y un Torneo de Sao Paulo, hasta que se coronó en el 'Coringao' (nombre que recibe el Corinthians).

Así, con los minutos muy peleados y con cuentagotas, Jo logró cuajar una temporada interesante y se anotó su primer Brasileirao. Este 2005 fue su año en lo bueno y en lo malo, porque con Tévez o Nilmar en la delantera y sufriendo una inoportuna lesión, el joven Jo tuvo que decidir si mantenerse a la sombra de quienes le disputaban el puesto, o dar el salto a Europa con tan sólo 18 años. La respuesta era fácil y se encaminó al sueño de toda perla brasileña, el fútbol europeo.

En su caso no siguió los cánones normales, porque se marchó nada menos que al CSKA de Moscú y por una cantidad que dejaba claro las esperanzas depositadas: 5 millones de euros. Un cambio radical de costumbres, de clima y de vida al que Jo se adaptó de manera rápida y fulminante, al menos en el terreno de juego, porque en sus primeros 18 partidos con el campeón moscovita, Jo se destapó con 14 goles. Su juego seguía siendo veloz y potente, pero supo aprovechar sus altura para adelantarse por alto, prolongar jugadas y, sobre todo, asistir a sus compañeros. Entre ellos estaban los también brasileños Carvalho y Vágner Love, que le han sido muy beneficiosos en su aclimatación a suelo soviético.

Desde entonces, es cierto que su aportación ha sido irregular, porque ni en Champions ha sido titular ni ha tenido consentimiento de algunas molestias, pero si fue determinante en el campeonato liguero del pasado año, en este, ya ha mostrado que sigue con fuerza, ya que en la Supercopa ante el Spartak fue la estrella con dos goles decisivos para los de Gazzaev.

Ahora, cuando suma 4 tantos en diez jornadas disputadas en la Premier rusa, le ha llegado el momento de debutar en la Absoluta y, aprovechando que Dunga tiene en su cabeza dar juego a algunos jugadores nuevos durante la Copa América de este verano, es fácil que si lo aprovecha, le veamos en Venezuela. Por ahora, estará con la 'canarinha' en el amistoso ante Inglaterra en Wembley, no es poco ¿no?

Además, según se rumorea, hay quienes lo colocan en el fútbol español y es que el Sevilla ya le ha tanteado para saber sus condiciones. Teniendo en cuenta que el club hispalense suele vender a los jugadores que se destapan cada año y que Kanouté puede ser uno de ellos, no hay mejor sustituto que un símil en altura y calidad, pero con diez años menos.

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