jueves, 7 de junio de 2007

LOS DE LUXEMBURGO ESTUVIERON A PUNTO DE REMONTAR EL 2-0 DE LA IDA

El Gremio jugará la final de la Libertadores tras pasarlo mal ante el Santos

EFE - Santos (Brasil) Resultados de la Copa Libertadores

El Santos de Vanderlei Luxemburgo y Pelé no hicieron milagro y dejaron al Gremio la plaza en la final de la Copa Libertadores, pese a ganar por 3-1 en Vila Belmiro. La clasificación del conjunto de Porto Alegre prácticamente fue sellada hace ocho días, con la cómoda victoria por 2-0, pero estuvo a punto de echarse a perder por la calidad de un nuevo baluarte del fútbol brasileño: Renatinho, y la inspiración del mejor jugador del país en la actualidad: el consagrado Zé Roberto.

La historia en el estadio Vila Belmiro pudo haber sido más fácil para los de Mano Menezes, pues el gol de Diego Souza a los 23 minutos enmudeció a los anfitriones y dejó a los de Vanderlei Luxemburgo con la obligación de marcar cuatro goles para remontar la desventaja y reservar la plaza en forma directa. Un pase limpio del joven astro Carlos Eduardo encontró sin marca a Diego Souza, quien de primera intención, fuera del área, despachó el esférico al fondo de la red con un potente remate.

La suerte parecía echada. Pero la noche inspirada del novato ariete Renatinho, una apuesta tan sorprendente como arriesgada de Luxemburgo, acercó a los hinchas del Santos a lo que parecía una "misión casi imposible". Renatinho empató en la agonía del primer tiempo, a los 47 minutos, gracias a un pase cruzado de Zé Roberto, y a los 61 decretó la remontada gracias a un despeje defectuoso del portero argentino Sebastián Saja.


El Gremio aguanta y el Santos sale ovacionado

Pelé, que seguía el partido en las tribunas, encabezó la corriente de fe que se resistía a abdicar de la plaza para enfrentar por el título al ganador del mano a mano entre el Cúcuta Deportivo de Colombia y el Boca Juniors de Argentina. Zé Roberto impuso su sello exclusivo con un remate seco, lejos del alcance de Saja, a los 71 minutos, que dejó la cuenta en 3-1, a un gol de la clasificación del Santos.

El Gremio se atrincheró cerca de los tres palos de Saja y resistió con uñas y dientes a la presión del Santos. Para entonces el Santos había perdido por cansancio a Renatinho y el resto de los jugadores agotaban sus restos. En las tribunas Pelé se comía las uñas y en el banco Luxemburgo se resignaba a lo que pudieran inventar sus pupilos.

Supersticioso, el "rei" del fútbol no aguantó la presión y se marchó del estadio a tres minutos del final, con la esperanza de que su ausencia ayudara para aparecer el gol salvador. No se dio. Los hinchas del Santos terminaron ovacionando a sus jugadores como si fueran los campeones morales del torneo que Luxemburgo aún no sabe conquistar.

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